Lejos de la leyenda urbana que convierte a esta raza en la culpable de todos los males acaecidos sobre la faz de la tierra, el American Pit Bull Terrier es un perro como cualquier otro. Su temperamento es equilibrado, al contrario de lo que muchos creen. Para comenzar a avanzar sobre este asunto, esto es lo primero y lo más importante que debemos tener en cuenta. No nos encontramos ante un perro agresivo, ni feroz, ni asesino, como algunas personas quieren hacernos creer. Así que si lo que los está deteniendo para comprar un ejemplar de esta raza es la mala prensa que ha adquirido a lo largo de los años, deben saber que lo que se están llevando a casa es simplemente una excelente mascota.
Los Pitbull son animales adorables. Son atentos, fieles, obedientes y de buen carácter, que rápidamente se convertirán en un miembro más de la familia. Les gusta jugar con chicos y no les molesta volverse su juguete porque, después de todo, estos perros son tan macizos que apenas experimentan el dolor. Pero por supuesto, los adultos debemos ser cautos al respecto: nunca dejar niños pequeños solos en su compañía, no porque pudieran resultar mordidos, pero muchas veces con un solo golpe el niño puede terminar lastimado.
Así como disfrutan la compañía de los más chicos, también adoran salir a caminar con los mayores. Debido a su necesidad de ejercicio constante, el Pitbull espera con ansias la hora de salir a pasear o quizás de ir a jugar al parque con su familia. En este punto hay que llamar la atención de sus dueños: no todos los perros son iguales, pero sabemos que estos animales fueron criados durante mucho tiempo para luchar contra otros perros, por lo que muchas veces el Pitbull se puede mostrar algo agresivo con los cánidos que no conoce. Así que hay que controlarlo bien cuando se mueve en espacios públicos.
Tanto para evitar estos problemas, como para que el perro no se muestre agresivo con su familia o con extraños, es que una buena socialización es lo recomendable en este tipo de razas. Ya desde pequeño, el animal debe acostumbrarse al contacto con sus semejantes y con las personas.
El Pitbull no es un asesino por naturaleza, no es una máquina de matar, no es un arma cargada que nunca se sabe cuándo puede dispararse. El Pitbull es un perro como tantos otros que necesita del cariño, de los mimos y de la atención de su familia. No quita que algún ejemplar pueda presentar signos de agresividad, por eso hay que controlarlos desde pequeños y saber con qué tipo de animal se está tratando. Una educación temprana de nuestra mascota puede evitarnos muchos problemas.
Por lo tanto, un buen adiestramiento y un trato adecuado nos harán pasar gratos momentos junto a esta maravillosa raza. Si nosotros lo tratamos con respeto y amor, eso será también lo que recibiremos de su parte.