No todo el mundo puede tener un pitbull

José Arce, experto en conducta canina, piensa que los dueños son la causa de la mayoría de las agresiones
provocadas por perros / «No hay una raza más peligrosa que otra; el animal hace lo que le dice su instinto»

CHEMA L. ESPEJO / Sineu

Cuando se le pregunta a José Arce, experto en conducta canina, si hay alguna raza de perros más peligrosas que otra, responde con cara de incredulidad y muestra una cicatriz que atraviesa su dedo anular. «Esto me lo hizo un golden retriever que se supone que es más manso que un pitbull o un dogo argentino».

Con este ejemplo Arce quiere romper el mito de que hay unas razas más peligrosas que otras ya que durante su carrera como adiestrador de perros, especializado en los casos más peligrosos, «el 99% de los problemas han sido por culpa del hombre.
No todo el mundo está preparado para llevar perros peligrososcomo por ejemplo el Pitbull».

La principal razón por la que un perro ataca a un persona es porque se siente el líder de la manada. «La labor principal del propietario es demostrarle al animal que el dominador es él», aclaró el experto. Entonces la siguiente pregunta es: ¿Y cómo se puede hacer eso? «No hay que tratar al perro como si fuerauna persona o pensar que es un hijo. Hay que quererlos, pero deben saber en todo momento quién es su jefe», aclaró el mallorquín que dejó su trabajo en una aerolínea para dedicarse a una a su pasión por los perros.

Desde cachorros hay que mostrarles todo lo que tienen que hacer.
Por ejemplo, que salten en el sofá y los niños tengan que irse al suelo, eso pude ser gracioso pero es una demostración de que el animal se siente por encima de ellos», aclaró Arce. Para quitar hábitos como estos el experto canino recomienda que el animal tenga una rutina diaria, haga ejercicio en los paseos diarios o tenga un hábito a la hora de comer.

Cuando dicha rutina no existe el perro se encuentra libre, «siempre debe tener un trabajo porque sino, lo buscará. Entonces es cuando sale el instinto. En el caso del pitbull, creado para pelearse con un toro, es la agresividad; mientras que el perro ovejero rodea a la gente y no le dejar moverse» aclaró Arce, que lo tiene claro: «Cualquier dueño que coja a su perro y se vaya por ejemplo a ver tiendas, sin saberlo está dominándolo. Lo hace cuando le obliga a pararse en un semáforo. El perro va a donde la persona quiere y siente que el dueño es el jefe».
En su experiencia con perros peligrosos Arce cree que hay que darle una oportunidad antes de sacrificarlo. «En muchas ocasiones dedico más tiempo a los dueños que a los propios perros». Uno de sus últimos casos es el de tres perras que viven en una finca de Mallorca. «Dos de ellas han intentando continuamente matarse». Y como siempre la razón es clara: «Ellas sienten que no hay ningún animal dominante por lo que intentan luchar para saber cuál tiene que liderar la manada».

Después de una llamada desesperada de la dueña, Arce ha conseguido que «las perras por lo menos salgan con la señora a dar una vuelta,

aunque todavía queda mucho trabajo».
Así, cada ciertos días, el adiestrador coge a una de las perras y se va a dar una vuelta para que vaya cogiendo confianza.
«Para ellos nosotros somos animales, no padres ni hermanos».Por ello Arce no recomienda que se les de la comida de los dueños. «Hay mucha y buena en el mercado». Uno de los defectos en los que más suelen caer los propietarios es dejar la comida del animal durante todo el dia. «Al final se acostumbran a comer sin hacer ningún esfuerzo. Es como si me dieran dinero por no trabajar, seguramente no me esforzaría».

A la hora de pasear con el perro tampoco vale todo. «En todo momento el animal tiene que ir tranquilo y controlado. No hace falta ser muy fuerte para hacerlo. Lo llevamos siempre con la mente», aclaró Arce al mismo tiempo que lleva a sus cuatro perros a dar un pequeño paseo sin que dejen de aceptar sus indicaciones. «Está bien que los perros vayan sueltos o que saluden a la gente pero siempre y cuando lo permitamos nosotros. No vale aceptar todo porque sino se creen los dueños», aclaró Arce que tiene clientes en diferentes países europeos. «Los perros antes de atacar siempre han dado señales de que están estresados o que se creen los dueños. No es cierto que sean buenísimos y pasen a morder».

Fuente:  Elmundo